lunes, 2 de septiembre de 2013

La Fe

Con el Rosario en el pecho, y el padre nuestro repitiendose una y otra vez en su cabeza, se encamino por esa calle q parecia mas larga q nunca, y su fe q aun no entendía de negativas, era lo único q le quedaba.
Aferrado a la estúpida idea de q aun mueve montañas, golpeo firmente la puerta q nunca se abriría. Se sintió cubierto de amor y en su cabeza escucho:"si la queres, esperala; la fe, mueve montañas".

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